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viernes, 3 de junio de 2016

Dylan.

Suenas como a campos de trigo y a pelo al viento en un país grande como el mar,]
a guitarra tranquila y cansada bajo el sol,
a una cerveza fría apoyada sobre una tierra roja.
Suenas a ternura de cosas que jamás se podrán decir mejor ni más dulce,
ni más cierto ni más bajito,
ni sonando tanto al metal caliente de la barandilla de una estación de tren en medio de una llanura.]
Suenas a mí aunque yo nunca haya sonado a nada
y me haces recordar aquella vez que fui joven aunque nunca
lo fuera,
y haces que quiera morir
abrazado
a tu voz
bajo el viento y el mar y el metal
y el sol,
con nuestras chaquetas vaqueras
y nuestro pelo libre.