Nº visitas

martes, 25 de enero de 2011

Creo que ese es mi sitio.

Amigos que no parecen estremecerse cuando mueren
son mi único desayuno en cada día que me muero.
Ellos y mi trapo de alquitrán
desafían a los hombres y a las piedras
para hacerse un hueco en mis dedos.
Ropas que jamás criticaré se afanan en
alcanzar mi ventana
y no dejamos de pensar nosotros,
nosotros lana que creemos,
que la ropa caerá y los ojos se abrirán.
Pero ya es de noche hace tiempo y los hombres
ya andan desnudos porque sus casas arden
con sus mujeres dentro.
Pero ya es de noche dentro de la noche hace tiempo y
los hombres andan desnudos en sus cuerpos caminando
por un beso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario